8 Ago. Llegada a Tokio. Parque Ueno y Shibuja
Primera toma de contacto con Japón
Estamos en Tokio!!!!!
El vuelo ha llegado bien y por suerte el Tifón que llevamos días viendo como se acerca a Japón, va a llegar más tarde de lo esperado.
Recogemos las mochilas pasamos los controles de pasaporte sin problemas y con un nuevo sello.
A la salida recopilamos información y mapas. Sacamos yenes en el Citybank que teníamos apuntado de la Preparación de Viaje a Japón, y compramos los billetes para el siguiente Narita Express. Nos hacen el descuento para extranjeros que han llegado ese día y en poco más de una hora estamos en Shinjuku, donde seremos 3 pasajeros más entre los más de 3 millones y medio que pasan por la mayor estación de tren de Japón cada día.
Ahora debemos llegar hasta la casa en la que hemos alquilado una habitación a través de AirBnb.
Lo primero que tenemos que hacer es coger un tren en dirección a la estación de Okubo, estamos bastante perdidos en la estación de tren, un señor que nos ve mirando totalmente despistados se acerca y nos pregunta donde vamos, nos acompaña hasta la línea que tenemos que coger… y hasta baja al andén para asegurarse de que es en esa dirección en la que tenemos que ir, una vez que nos deja en la línea de nuestro tren le vemos salir escaleras arriba. Nos ha venido a traer a propósito, pensábamos que el también iba en esa dirección, pero no. Que majo!!!
Da comienzo nuestra primera jinkana. Tenemos que llegar hasta el apartamento, ya hemos visto el camino en Google Maps y eso ayuda mucho a no perdemos en este laberinto. Llegamos sin muchos problemas, pero sorprendidos por el paisaje, muchísimos cables sobrevolando las calles, casa bajas y caóticas. Se parece más a Vietnam que al Tokio que los días siguientes conoceremos.
Llegamos a la casa y encontramos las llaves en el buzón como nos había dicho el chico. Dejamos las mochilas y sin parar a sentarnos, porque si lo hamos caemos dormidos seguri, nos vamos hacia Ueno.
Parque de Ueno
Regresamos a la estación de tren donde compraremos una tarjeta que iremos recargando par viajar en los trenes de Tokio.
Ya en el parque Ueno paseamos tranquilamente, la combinación de calor sofocante, el jetlag y las más de 24h sin dormir, no nos permiten un ritmo mas elevado.

Árbol Parque Ueno
El Parque Ueno es conocido por los osos panda del zoológico, los cerezos en flor durante la primavera y los templos.
Al llegar nos encontramos con el Templo Kiyomizu Kannon-do, similar al templo al templo Kiyomizudera que visitaremos dentro de unos días en Kioto, su similitud más visible es el balcón al que se añaden tradiciones relacionadas con el amor o la fertilidad. Y los tres cacitos para beber que nos darán salud, larga vida y éxito.

Templo Kiyomizu
Continuando con el paseo llegamos hasta el estanque Shinobazu repleto de flores de Loto que me encanta fotografiar. La ventaja de visitar en verano Japón es que encontraremos floreciendo los lotos, aunque no descartamos una escapada en alguna primavera para disfrutar del espectáculo que debe ser la floración de los cerezos.

Loto en el Estanque Shinobazu
Llegamos al Santuario Ueno Toshogu, construido en 1616 se libró de la destrucción de la batalla de Ueno y además en una de sus remodelaciones fue cubierto de oro, aunque por algún extraño motivo a nosotros nos encantaros las 50 lámparas de bronce que encontramos en el camino de acceso.

Santuario Toshogu. Parque Ueno
Finalizamos la visita al Parque Ueno en la Pagoda de 5 pisos, otra de las edificaciones el periodo Edo que no ha sido dañada.

Pagoda de 5 Pisos
Shibuja
La última parada antes de regresar a nuestra casa a descansar será el cruce más conocido de Tokio.
El cruce de Shibuja tiene pasos de peatones en diagonal y hay un momento en que los coches de las 4 calles que llegan al cruce están parado dejando tránsito libre a los peatones en todas direcciones.

Paso Peatones de Shibuja
Damos un paseo por la zona donde encontraremos desde restaurantes donde sirven pez globo, hoteles cápsula, tiendas especializadas en trajes manga.

De compras en Shibuja
El cruce me recuerda a Times Square, neones, pantallas gigantes, publicidad y miles de personas de un lado para otro pareciendo extras de una película.

Cruce de Shibuja
Cruzamos los pasos de peatones en todas las direcciones y cuando parecía que nos íbamos a ir, se le ocurre a Antonio decir…. y si cruzamos de espaldas? Y dando saltos? Y…..
Y si nos dejan nos pasamos 1 hora haciendo el tonto, pensarán unos, divirtiéndonos y riéndonos un montón diremos nosotros. Al final se ha hecho de noche, tiene su encanto verla también así.

Shibuja Nocturna
Justo antes de volver a la estación encontramos la estatua de Hachikō que estuvimos buscando a la llegada pero que se debió esconder entre tanto bullicio.

Estatua de Hachikō
Cuenta la historia que Hachikō iba a acompañar al profesor por las mañanas cuando marchaba hacia la Universidad y volvía a buscarle por las tardes a la estación, y que continuó haciéndolo durante varios años después de fallecer dueño.
Regresamos a nuestro Airbnb donde caemos rendidos y muy contentos de comenzar nuestro viaje por Japón.