3 Ago. Pindaya
Excursión a Pindaya
Hoy día de transición con visita a Pindaya y sus más de 8.000 Budas.
Como no nos daba tiempo a hacer la excursión a Kakku y llegar a Kalaw en el mismo día decidimos dejarlo para el siguiente, y ya que en Kalaw, llegando a media mañana, no íbamos a poder hacer ninguno de los trekking optamos por añadir una visita a Pindaya aunque suponía desplazarse unos 50km hacia el norte respecto a la ruta directa entre Nyaung Shwe,y Kalaw.
Nos recoge un conductor a primera hora y partimos hacia Pindaya con parada intermedia en un pueblo cercano, del que no recuerdo el nombre, donde paramos a visitar el mercado. Como siempre una explosión de colores y olores, algunas veces no demasiado agradables cuando es la zona de pescados….
Descubrimos una nueva churrería, volvemos a picar y la verdad es que están riquísimos, estos además los hemos podido rebozar en azúcar!!!. En realidad, se parecen más a las porras. Nos estuvieron mirando con asombro los dueños y se reían mucho al ver las caras de alegría que poníamos al comerlos.
Reanudamos la ruta para acercarnos a la cueva de los budas.
Para llegar a ella se puede optar por una larga caminata subiendo escaleras o acercarse en coche. Nosotros elegimos la opción sencilla, es lo que tiene tener conductor y que este año estamos en modo tranquilo.
La entrada a la zona de Pindaya son 2$ por persona y a la cueva otros 3$.
Una vez en el interior se visitan varias cuevas completamente repletas de budas que han ido trayendo a lo largo de los años, los hay de infinidad de tamaños, eso sí, la inmensa mayoría dorados. Continuamos la visita por el exterior hasta llegar a un lugar con un Buda muy grande aunque no nos gustó mucho. Se podía continuar andando, aunque nosotros optamos por volver y continuar viaje hasta Kalaw.
Para finalizar la visita el conductor nos acerca a un pequeño taller en el que hacen sombrillas de colores…. simplemente preciosas.
Durante el viaje de vuelta vemos muchos campos de coliflores y camiones cargados de ellas, también aprovechamos para paras a ver una plantación de café y otra con frutas del dragón.
Llegamos a Kalaw a buena hora, nos dan la habitación y nos instalamos en seguida. Alargamos un poco la estancia, ya que Estefanía no se encuentra muy bien del estómago. Pasado un rato de descanso salimos en busca de algún lugar para comer y sobre todo de agencias para reservar el trekking de mañana.
Comemos en un restaurante muy chiquitito en el que no sirven alcohol pero no hay problema, nos dicen que nos acerquemos al supermercado de enfrente donde podemos coger unas cervezas.
Tras preguntar en varias agencias y encontrar precios muy parecidos nos quedamos con una en la que nos ha dado muy buena impresión el chico que nos ha estado contando la ruta. El precio del trekking para los 5 fue de 40.000 K.
Finalizamos el día picando algo que habíamos comprado en una tienda acompañado de un TamaBeer, y os preguntareis ¿qué es eso?, pues la mezcla que se terminaron bebiendo los chicos tras perder una apuesta…. Y que consiste en Tamarindo y Cerveza mezclados. Bueno no estaba pero el rato divertido que pasamos si que fue bueno.