26 Ago. Mina de sal Cracovia
Visita a la mina de sal en Cracovia
Amanece el día nublado pero parece que no llueve, lo que nos alegra mucho, pues ayer cuando nos acostamos llovía muchísimo.
Nos acercamos con el coche hasta la Universidad y como no queda muy lejos, decidimos visitar de nuevo a la plaza para ver la Basílica de santa María. Están empezando a poner los puestos, nada que ver con el ajetreo de ayer.
Bajamos de nuevo hasta el castillo para ver si podemos entrar a la catedral, pero está cerrada a visitas, aunque la vemos un poco desde la puerta.
Cogemos el coche para ir al barrio de Podgorze donde lo primero que visitaremos será la iglesia que hemos visto estas noches iluminada.
El barrio de Podgorze fue creado para que los judíos se concentrarán en este lugar como geto. En este barrio pasaron de vivir 3.000 personas a 10.000
Muy cerca se encuentra la farmacia del águila que todavía está cerrada, y luego a la fábrica de Oscar Schidler.
Todo en coche, y menos mal porque estamos ya bastante cansados y además el barrio no nos gusta mucho.
La farmacia del águila se conserva como estaba en la época en que prestaba servicio a los judíos del ghetto. Ofrecieron al dueño, no judío, instalarla en otro barrio pero prefirió quedarse. Desde ella trató de ayudar a los judíos durante ese periodo tan duro de la historia de Cracovia.
La fábrica de Schidler conocida por la película del mismo nombre, la compró el empresario con intención de fabricar utensilios de cocina, pero durante la guerra cambio su producción a balística y armamento. Terminó protegiendo y librando de ir a Auschwitz a muchos judíos gracias a sus contactos con importantes cargos de las SS.
A las 9 nos vamos a la mina de sal, encontramos sitio para aparcar y nos dicen que el sábado y domingo no hay que pagar. No sé si somos nosotros o la gente es superamable en este país.
La visita en español es a las 11:20, pasamos de esperar 2 horas y nos metemos en la de inglés que empieza en 20 minutos, el grupo de las 10:00.
Empezamos la visita bajando 380 escalones llegamos a una profundidad de 90 metros. El máximo al que hemos llegado durante la visita ha sido 135 en el Museo. Vamos pasando corredores y cámaras todas hechas de sal y apuntaladas con madera. El tronco más viejo que hemos visto tiene 300 años y está petrificado por la sal. los suelos también son de sal. En algunos lugares hay estalactitas recientes. La mayoría de las cuevas que vemos tienen talladas esculturas en bloques de sal.
Y en la capilla más importante encontramos una lámpara hecha con trocitos de sal.
La mina está cerrada desde 2002, con lo barata que es ahora la sal no es rentable mantenerla pero si para turismo, tiene entre 8.000 y 10.000 visitas al día en temporada alta.
Trabajan 400 guías y otros 200 mineros encargados de la conservación y apertura de nuevas rutas.
En las vistas se llega hasta el tercer nivel de los 9 que tiene. En poco tiempo se quedará en 5 niveles por motivos de seguridad.
Hay una cámara con un lago de 9 metros de profundidad.
Otra en la que explican cómo quemaban el metano.
En la siguiente sala encontramos la leyenda de la creación de la mina.
La historia real es que antiguamente esta zona era un mar salado y que se se fue secando quedando la sal que se compactaría por el choque de las placas tectónicas que dieron lugar a los Cárpatos.
Los alemanes saquearon la mina en la segunda guerra mundial.
La capilla central con los candelabros hechos de sal y las escenas del nuevo testamento, incluida la última cena como la de Da Vinci, es el punto fuerte de la visita. Impresiona muchísimo. Cuenta la guía que la tallaron sólo 3 mineros y que nunca trabajaban juntos.
Los mecanismos para extraer la sal con 4 mineros girando o con caballos. El último caballo estuvo hasta 2002 aunque la mina ya había cerrado se utilizaba como atracción para los niños.
Como curiosidades decir que se puede alquilar la capilla para bodas por 12.000 PNZ.
También se puede dormir en el interior, lo recomiendan para gente con problemas respiratorios al tener un aire tan limpio.
Después de 2 horas de visita dan la opción de visitar el Museo o de subir directamente al exterior. Elegimos ir al museo y nos vuelve a tocar con nuestra guía pero ahora en visita privada. Sólo nosotros durante 1 hora más. Y nos gusta mucho esta parte, también tienen réplicas de los mecanismos de extracción, maquetas, diferentes tipos de sal. Supongo que lo de ser un Tour privado y poder preguntarle más cosas también ayuda.
Nos cuenta que a ella sólo le han dejado ir a la sala de la mejor sal una vez. Y eso que es guía!!!!
Nos acompaña hasta el ascensor. Quedan justo 3 huecos para subir en el siguiente y nos cuelan a los 3 que suerte porque había mucha gente y en los ascensores mineros sólo caben 9 personas…muy juntitas.
Salimos de la visita a la 13:00, muy buena hora, nos alegramos de haberlo adelantado.
Czestochowa
Ponemos rumbo a Czestochowa, tardamos casi 2.30 en llegar, nos han pasado muchos coches de policía y empieza a verse uno en cada cruce… habrá pasado algo?
Cuando llegamos a Czestochowa todavía más policía y cuando nos bajamos del coche vemos salir una comitiva. No sabemos quién pero ha habido alguna visita…. a ver sí nos dejan entrar o nos pasa como con Obama en Petra.
Finalmente conseguimos entrar sin problemas, muchísimos peregrinos pero le da un aire distinto. Vemos la Virgen negra mientras le están rezando el rosario. En la nave central están dando misa, muy bonito el interior.
Salimos para buscar algo de comer y terminamos en otro Bar pidiendo pierogi y ensalada total 16 PNZ. Estaban mejor los de ayer, pero hoy era por pasar el trámite antes de coger de nuevo el coche para ir hacia Varsovia.
Hemos estado poco más de una hora a las 17.40 ya estamos en el coche.
Salimos de la ciudad y pillamos un buen atascazo.
Llegamos sobre las 20.30 a Varsovia, ya de noche, hoy no vamos poder visitar nada de Varsovia pero estamos contentos con todo los que hemos hecho durante el día.